Maki-e (莳 絵) es una técnica japonesa de lacado. Consiste en esparcir polvo o colocar láminas de oro o plata u otro metal, según la apariencia que se le quiera dar, sobre una base lacada, jugando con los tiempos de secado de la laca.
El lacado es una técnica descubierta por los japoneses hace más de nueve mil años, en el periodo Jōmon, ya que se han encontrado objetos tratados con esta técnica que datan de dicha época, pero fue hace unos mil quinientos cuando los artesanos refinaron su técnica y desarrollaron el maki-e.
La laca se extrae de la corteza del árbol urushi, toxicodendron vernicifluum, haciendo cortes en ella y recogiendo la savia que desprende, proceso llamado, comunmente, sangría, y posee una durabilidad, brillo y adhesión que ninguna laca sintética puede superar.
Esta técnica se ha venido usando en multitud de objetos como vajillas o cuencos y, a partir del siglo XX, se aplica en plumas estilográficas en marcas niponas como Namiki o Sailor.
Técnica del maki-e
Primeramente ha de elegirse un dibujo a implementar en la pluma. Este dibujo se hace en un papel cebolla o similar.
Luego, el artista delinea el dibujo con laca urushi para, entonces, envolver la pluma con él. El resultado de este proceso es que el dibujo queda impreso en la pluma.
El artesano aplica más laca en los huecos a rellenar con el metal, bien en polvo bien en lámina.
Posteriormente, y si el diseño lo requiere, se pinta con un pincel muy fino los motivos adicionales, utilizando laca tintada con diferentes materiales según el color que se desee dar.
Lo previamente escrito es un suciento resumen y simplificación de una técnica muy compleja, para poder comprender en esencia en qué consiste.
En el siguiente vídeo se puede observar el proceso acelerado de este arte en una pluma de la marca Sailor.