El término bulletproof [ˈbʊlɪtpruːf], a prueba de bala en castellano, hace referencia a los siguientes dos conceptos relacionados con las plumas estilográficas:
Pluma estilográfica bulletproof
Se dice que una estilográfica es bulletproof cuando está construida de una forma que la hace muy resistente y que, por tanto, puede aguantar el maltrato de sus usuarios sin deteriorarse.
Un ejemplo de estas plumas es la pluma Parker 45 que, por sus materiales y su forma, es una auténtica pluma bulletproof.
Tinta bulletproof para estilográficas
Se le llama tinta bulletproof a aquella que una vez sobre el papel es imposible de borrar. Para conseguir esto, los colorantes de la tinta deben adherirse a las fibras del papel.
Muchas de los fabricantes de tintas tienen este tipo de tintas en su catálogo, entre ellos Pelikan y Noodler’s.
Una buena traducción al castellano de este concepto podría ser indeleble.