Si hay una marca de estilográficas que ha marcado la excelencia, la calidad, la artesanía tradicional y la belleza y elegancia en el diseño, esa es Montblanc. Vamos a conocer ahora la historia de la firma, la de sus fundadores y sus modelos de plumas más famosos.
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La firma
La historia de la casa de estilográficas Montblanc es, por analogía, la historia de una escalada imparable hacia una cima nevada. Desde hace más de 110 años, se esfuerzan por diseñar y sacar al mercado plumas de lujo. Conozcamos la historia de la firma a continuación.
Un ingeniero y un banquero se unen
La historia de Montblanc comienza cuando en 1906 un banquero y comerciante de Hamburgo, Alfred Nehemias y un ingeniero de Berlín, August Eberstein, unieron sus esfuerzos para producir sus propias plumas estilográficas simplicissimius.
Los inicios, como casi siempre, fueron difíciles, ya que tuvieron serios problemas financieros ya que sus clientes cancelaban sus compromisos de compra en el último momento. Es por eso que Eberstein pensó en abandonar. Por suerte, Nehemias encontró otros inversores: Claus Johannes Voss, un hombre de negocios apasionado por las estilográficas, así como Wilhelm Dziambor y Christian Lausen.
La Simplo Filler Pen Co.
Con la colaboración de esos cinco hombres se fundó en 1908 la Simplo Filler Pen Co., para la fabricación de plumas estilográficas. El nombre “Simplo” puede venir de la idea de la estilográfica simplicissimius que tuvieron desde un principio o de la palabra «simple«, refiriéndose al nuevo diseño de estilográfica con un cartucho de tinta integrado.
La Simplo Filler Pen Co. estableció sus oficinas centrales en la “Industriepalast” en Caffamacherreihe, Hamburgo y se inscribió en el registro mercantil.
La decisión de desmarcarse: La Rouge et Noir
En aquella época ya había varias marcas de estilográficas en el mercado, así que se dieron cuenta de que, si querían tener éxito, tenían que desmarcarse, ofrecer algo especial. Así, sacaron al mercado en 1908 una pluma estilográfica de alta gama, la Rouge et Noir, y le colocaron en el capuchón un tapón rojo llamativo. La elección de este nombre en francés se pensó para la exportación y para atraer a una clientela interesada por la cultura europea. Sin embargo, por esa época, el sentimiento nacionalista alemán estaba en crecimiento y sentían rechazo por Francia, por lo tanto, cambiaron el nombre a Rotkäppchen (Caperucita roja), pero este cambio fracasó en Alemania.
Por otro lado, en Europa los productos Rouge et Noir siguieron vendiéndose, especialmente en Italia, hasta finales de la década de los años 20.
1909: El nacimiento de Montblanc y el origen de su nombre
Montblanc se crea en 1909 como la segunda marca de la Simplo Pen Company. Se cuenta que la idea del nombre la tuvo el cuñado de uno de los fundadores, Claus J. Voss, que le sugirió que ya que sus plumas eran negras por debajo y blancas por arriba, podrían llamarlas Montblanc, ya que se parecían a la famosa montaña y, además, era el monte más alto de todos, así que le daba una altitud de miras a la compañía. Hay otras fuentes que cuentan que el nombre surgió en una partida de cartas, cuando un familiar de uno de los fundadores hizo una analogía entre la estilográfica de Simplo, que se había convertido en un gran referente en el mercado de los artículos de escritura de ese momento, con el Mont Blanc, la cima más elevada de los Alpes.
Rápidamente el diseño de la estilográfica Montblanc fue imitado, así que idearon el logo de la estrella de seis puntas redondeadas, que puede ser también la nieve en la cumbre vista desde arriba, para protegerse legalmente.
Por motivos técnicos, no pudieron incorporar el logo en el tapón de su capuchón hasta un año más tarde. Así fue cómo nació uno de los símbolos comerciales más sencillos y más reconocidos, que daban garantía de calidad y se registró la marca.
Problemas después de la Primera Guerra Mundial
Después de una guerra siempre cuesta mucho a las empresas conseguir material para sus fabricaciones y Montblanc lo experimentó. Después de la Primera Guerra Mundial, además de las dificultades para adquirir los materiales de fabricación de plumas, las potencias ganadoras gravaban a Alemania con aranceles altos cuando trataban de importar material. A Montblanc le costaba muchísimo conseguir los plumines ingleses que venían utilizando en sus plumas, así que decidieron fabricarlos ellos mismos. Por otro lado, sólo tenían restos de caucho endurecido, así que en vez de seguir fabricando estilográficas negras, las sacaron con veteados rojos.
En 1919 se abrió la primera tienda exclusiva Montblanc en Hamburgo.
Años 20: la Meisterstück y el despegue de Montblanc
Alemania experimentó una gran inflación en 1923 y a pesar de que en esos entonces Montblanc ya era una de las principales empresas fabricantes de utensilios de escritura, supuso un gran desafío.
Por otro lado, en 1924 lanzaron al mercado la primera Meisterstück con garantía de por vida. Alguien en la empresa tuvo una gran idea: grabar en el plumín la altura del Montblanc, que según las mediciones de la época, era de 4.810 metros, que empezó a estar presente a partir de 1929.
Esta pluma tuvo un gran éxito y marca el inicio de la próspera carrera de Montblanc, a pesar de que hasta los años 30 en Alemania no se recuperó la economía.
Cabe destacar que los vendedores especializados contribuyeron al gran éxito de ventas, tanto en Alemania como en el extranjero. En ese momento, se decía que las instalaciones de Montblanc eran la mayor fábrica de Europa especializada en utensilios de escritura y tenía más de 800 empleados en Hamburgo y 200 más repartidos en sus filiales de Dinamarca, Francia, España y Suiza.
A finales de los años 20 Montblanc se expandió rápidamente y era una marca presente en 60 países. Seguramente sus increíbles campañas publicitarias dieron sus frutos. Una de ellas fue instalar sobre vehículos una estilográfica gigantesca.
También aparecía la firma Montblanc en los primeros aviones publicitarios que llevan el nombre por dondequiera que pasasen.
1934: El portaminas Pix
El año 1934 fue especial porque Montblanc lanzó el primer portaminas con pulsador y lo llamaron Pix. Se caracterizaba porque era muy práctico y, simplemente presionando el pulsador del extremo, se oía un clic y la mina salía uno o dos milímetros.
Ese mismo año, la compañía recibe el nombre oficial que ya se ha convertido en una marca mundial: Montblanc Simplo GmbH. En general, los años 30 fueron buenos para Montblanc y ampliaron su gama de productos con artículos de piel de gran calidad, como estuches para bolígrafos, cuadernos y carpetas de escritura.
Segunda Guerra Mundial: la destrucción de la fábrica de Hamburgo
Cuando la empresa iba viento el popa, en 1939 estalló la Segunda Guerra Mundial y la producción de utensilios de escritura fue disminuyendo, ya que la industria armamentística necesitaba todo tipo de piezas. En 1941 se prohibió fabricar plumines de oro, aunque ya era difícil desde hacía tiempo. El verdadero desastre se produjo cuando en 1944 un bombardeo aéreo británico destruyó la fábrica de Hamburgo y, por lo tanro,s e paró la producción durante dos años. En 1946, y con el permiso de las fuerzas británicas de ocupación, Montblanc volvió a fabricar plumas en un edificio alquilado mientras reconstruían la fábrica. Económicamente fue un momento nefasto para la compañía, tanto que se llegó a pagar a los empleados con estilográficas, que superaban el valor del marco del Reich en el mercado negro. Durante este período se fabricaron también en Dinamarca.
1949: Nuevo diseño de la Meisterstück
Por suerte, en 1947 se reinició la producción con un número limitado de modelos de antes de la guerra. No tardó mucho en aparecer un nuevo diseño de la Meisterstück y de nuevo posicionó a Montblanc en el mercado de las plumas de gama alta.
En 1952 lanzaron la legendaria “Meisterstück 149” y el comienzo de futuro como el artículo de escritura más aclamado y deseado del mundo. Sacaron al mercado modelos de varios colores, de oro y plata, adaptándose a las líneas aerodinámicas de los años 50.
Además, en 1955 sacaron también la «60 Line» con un nuevo estilo de diseño y pasa a ser el primer éxito importante en la posguerra, junto a la serie de las clásicas Meisterstück.
Afortunadamente, en poco tiempo volvieron a alcanzar los niveles de exportación que tenían antes de la Segunda Guerra Mundial y a mediados de los años 50 ya contaban con 600 empleados, como en los años 30.
Años 60: Cambios en tecnología y diseños
Entre losa 50 y los 60 también se produjeron cambios tecnológicos importantes en Montblanc. Se dejó atrás el torneado y fresado de las piezas y se dio paso al moldeado por inyección, una técnica moderna en ese momento. Por otro lado, el celuloide dejó de utilizarse en las estilográficas de calidad y empezaron a usarse las resinas.
En cuanto al diseño, las líneas aerodinámicas de los años 50 empezaban a verse desfasadas, así que hubo modificaciones y simplificaciones en los diseños. Los años 60 pedían formas más angulosas así que una parte de la colección de las Meisterstück se rediseñó para adaptarse a los nuevos gustos y tendencias.
Por otro lado, en 1963 se produce una anécdota curiosa, cuando John F. Kennedy ayudó al canciller alemán Konrad Adenauer a salir de un aprieto ofreciéndole su pluma Meisterstück 149 y diciéndole «¿Me permite que le ayude, señor Adenauer?»
Años 70: Galvanización y las series Noblesse, Carrera y Caressa
A principios de los años 70 Montblanc construyó una planta de galvanización, la más moderna de Europa, así que empezó a trabajar los metales de distinta forma. La gran innovación fue que empezaron a galvanizar con cromo, platino y metales preciosos algunas superficies que hasta entonces no eran posibles de tratar con esos metales.
En cuanto a los modelos, surgieron nuevas series que fueron un éxito, como la Nobleese, la Carrera y la Caressa.
Carrera, la pluma escolar
En esos momentos, el mercado de las plumas escolares estaba dominado por Pelikan y Geha, pero Montblanc pudo acceder a ese sector mediante la estilográfica Carrera negra y amarilla en 1973.
Esta pluma Carrera se inspiraba en los colores de Porsche, con el cuerpo amarillo y el capuchón negro de cromo duro. Al parecerse a ese coche deportivo, atraía mucho a los jóvenes.
Además, por primera vez, aparecieron anuncios de Montblanc en televisión.
Sobrevivieron a la crisis de la industria de la escritura
En los años 70 hubo una crisis mundial en la industria de la escritura, donde se popularizó más el uso de los bolígrafos y de otros instrumentos. Sin embargo, Montblanc pudo sortear esta crisis gracias a Carrera y Noblesse y, especialmente, gracias a la exportación a Japón, donde las plumas Montblanc eran unos artículos muy codiciados. De hecho, eran tan codiciados que se llegaban a vender capuchones sueltos para que aquellos que lo deseasen pudiesen lucir el logo de Montblanc en el bolsillo de sus camisas.
Un nuevo socio: Dunhill
El número de accionistas en ese momento era muy elevado, lo cual hacía difíciles los acuerdos. Necesitan también más capital para crecer, así que se iniciaron conversaciones con Dunhill, de Londres, y en 1977 llegaron a u acuerdo para despedir a aquellos socios que no participasen activamente en el negocio. Así fue como Dunhill se hizo con la mayoría de las acciones de Montblac.
Años 80: Absorción por parte de Dunhill y giro hacia artículos de lujo
El proceso de ir deshaciéndose de socios inactivos siguió hasta que en 1985 Dunhill se hizo con el total de las acciones. Además, Dunhill aportó un capital muy importante para definir la nueva estrategia de Montblac. Se gastaron nada más y nada menos que medio millón de marcos, una enorme suma en esa época, en estudiar la marca y en renovar la estrategia. Resolvieron: «Montblanc significa Meisterstück y Meisterstück significa Monblanc«, con lo que determinaron reducir el número de productos y centrarse en la pluma estilográfica, que estaba en ese momento bastante ignorada. Se reforzó la producción de estilográficas de gama alta y la estrategia fue un acierto, ya que a principios de los años 80 la tendencia del mundo era ir hacia un estilo de vida más lujoso y demostrarlo, lo cual impulsó las ventas de Montblanc. En los años 80 ni Parker, ni Waterman ni Pelikan ofrecían plumas como la Meisterstück en esa gama de precios elevados. Montblanc dejó de ser una marca de utensilios de escritura para revelarse como una marca de artículos de lujo.
Década de los 90: Boutiques y series limitadas en homenaje a artistas
Ya en 1989 se habían instalado en una nueva sede en Hamburgo, que reunía las actividades de diseño, producción y administración, así como el Museo de Montblanc. En 1990 abre su primera boutique en Hong Kong y después en París y Londres. Actualmente, cuentan con más de 350 boutiques en más de 70 países.
Series dedicadas a mecenas y artistas
En cuanto a los modelos, desde 1992, Montblanc ha lanzado dos series limitadas anualmente para homenajear a mecenas del arte, autores literarios, artistas…
Gama de productos de lujo
También se amplió la gama Meisterstück y lanzaron una línea de productos “New Dimensions”, que incluyeron lujosos artículos pequeños de piel, papel hecho a mano y accesorios de escritorio, intentando convertirse en una firma de lujo a la altura de Cartier o Rolex. También entraron en 1996 en el universo de la joyería para hombre. En 1997 y para mantener su filosofía de maestría artesanal y de calidad de sus relojes, Meisterstück, Montblanc Montre S.A. se instala en Le Locle, centro de la industria relojera suiza. Montblanc sacó al mercado el increíble reloj Meisterstück hecho a mano.
Richemont Group
En 1993 Dunhill Holding fue adquirido por Vendôme Luxury Group S.A. de Luxemburgo. Más adelante se convertiría en el Richemont Group, el segundo grupo más importante a nivel mundial de artículos de lujo, que posee marcas como Cartier.
La pluma más cara del mundo: Meisterstück Solitaire Royal
En 1994 lanzan al mercado la Meisterstück Solitaire Royal, una pluma engastada a mano con 4.810 diamantes, que se convirtió en la estilográfica más cara del mundo.
Nuevo siglo: Bohéme, StarWalker y el 90 aniversario de la Meisterstück
En el año 2000 Montblanc saca una nueva colección de artículos de escritura que no se veía desde Meisterstück. Su nombre es Bohéme y presenta la pasión por las mejores cosas de la vida.
En 2003 presentó la colección StarWalker pensada para la gente joven que ama las líneas depuradas y el diseño contemporáneo.
En 2009 se lanzó una colección de artículos de escritura, joyería y accesorios para recaudar fondos para UNICEF llamada «Signature for Good» y donó un 10% de cada artículo vendido.
2014 es un año importante, ya que se celebra el 90 años aniversario del lanzamiento de la emblemática Meisterstück. Para celebrarlo, diseñaron una edición especial de artículos de escritura, relojes y de artículos de piel.
En los siguientes años hasta hoy en día, Montblanc sigue siendo una marca de referencia en artículos de alta calidad y alta gama en plumas joya, en relojería y en joyería.
Sus fundadores
Normalmente, las firmas de estilográficas son la idea de una sola persona, pero Montblanc nace con la ambición de dos personas, a las que luego se van añadiendo más para hacer posible el sueño.
Alfred Nehemias y August Eberstein: los impulsores
El germen de Montblanc se fragua en 1906 cuando Alfred Nehemias, banquero y comerciante de Hamburgo y August Eberstein, un ingeniero de Berlín, se unen para producir una pluma estilográfica, la simplicissimius.
Claus Johannes Voss, Wilhelm Dziambor y Christian Lausen, los inversores
Sin embargo, a Nehemias y Eberstein aún les faltó el apoyo económico de más personas para sacar el proyecto adelante, así contaron con tres inversores: Claus Johannes Voss, un hombre de negocios de papelería y con amor por las estilográficas, Wilhelm Dziambor y Christian Lausen.
Por lo tanto, cuando hablamos de fundadores de la marca Montblac, que en un principio se llamó Simplo Filler Pen Co, tenemos que tener en cuenta al menos cinco nombres de cinco hombres que unieron su ingenio, sus capitales y su visión de negocio para lanzar una marca que daría mucho que hablar.
Modelos emblemáticos
Ahora que conocemos la historia de Montblanc y a sus fundadores, vamos a ver unos cuantos modelos emblemáticos de la prestigiosa marca.
Rouge et noir
1908
Meisterstück 149
1952
Montblanc Meisterstück 144 Solitaire Doué
Noblesse
Carrera
1973
Meisterstück Solitaire Royal
1994
Colección Mecenas del arte
1992
Colección Autores literarios
1992
Bohème
2000
Starwalker
2003