Parker había intentando en 1970 fabricar una pluma metálica con el plumín integrado sin demasiado éxito. En cambio, se aprende de todos los errores y Parker pudo lanzar al mercado una pluma con esa particularidad, la Parker 50, también conocida como Falcon.
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Historia
La pluma estilográfica salió a la venta en otoño de 1978 con un diseño estilizado y elegante, fabricándose en Reino Unido y Estados Unidos. En esta ocasión la odisea de fusionar el plumín sobre una boquilla de metal se consiguió a un coste de producción ajustado, ya que se utilizó acero en vez de titanio, cuya tenacidad haría inviable a su predecesora en diseño, la Parker T1.
Cuando la pluma aparecía en el catálogo de Parker en el año 1979, se ofreció solo el modelo Flighter a un precio de 25 $ (unos 78 € actuales).
Con la intención de reforzar el lanzamiento de la pluma, Parker encargó una edición limitada a 100 unidades en plata de ley de un halcón a Alex Jardine, miembro de la Society of Wildlife Artists.
La pluma era muy atractiva, por lo que se vendió muy bien y Parker decidió subir el precio en 1980 hasta los 30 $ (82 € inflacionando el precio).
Ese mismo año se puso a la venta una Parker 50 en acabado negro mate, llamado 50B o TX.
Un año más tarde se lanzó al mercado la versión Gold o Signet.
El modelo Signet se ofreció en varios acabados, pero no duraría mucho en el mercado, ya que en 1982 la Parker 50 desapareció del catálogo de Parker debido a la subida de precio que el oro sufrió en la época, no sin antes sacar al mercado la versión marrón. Acabando, así, la serie, aunque existe un modelo Flighter Secretary que no apareció en el catálogo y que es extremadamente rara.
Descripción de la pluma
El barril y la boquilla de la pluma están fabricados en acero, estando estos integrados por un anillo bastante ancho. El modelo Flighter deja el acero a la vista, mientras que la negra y la marrón mate están lacadas sobre el acero, siendo de una tonalidad distinta a la del barril, como es el caso de la negra mate, cuya sección deja ver el acero. Por último, la versión Signet está galvanizada en oro de 12 ct.
La pluma tiene un diseño muy estilizado, futurista para la época y con líneas suaves y aerodinámicas, que resultaba muy novedoso en su momento. Pero Parker combinó la innovación con lo clásico.
Esta combinación viene de la mano del capuchón con su diseño clásico habitual en la marca. Su clip es la típica flecha introducida en la Parker 45, pero con las plumas significativamente más largas, como las de la P75. El clip se integra en el capuchón en la tapa, por lo que no hay necesidad de ningún rebaje en el tubo.
El plumín se integra en la boquilla, como ya hemos comentado, y no tiene agujero de respiración, dándole un aspecto de flecha. La pluma estuvo a la venta, en un principio, en tres puntos: fino, medio y broad (ancho). Más tarde el catálogo solo ofrecía un punto, al que llamaron «unitary«.
Presentación de la pluma
La pluma se puso a la venta con la siguiente presentación en estuche.
Junto con la caja se adjuntaban la siguiente documentación:
Dimensiones
Longitud encapuchada | Longitud sin capuchón | Longitud posteada | Diámetro del barril | Peso con capucha | Peso sin capucha |
---|---|---|---|---|---|
131 mm | 124 mm | 141 mm | 10,5 mm | 17 g | 11,5 g |
Sistema de carga
La pluma se puede cargar mediante cartuchos o con un convertidor.
Problemas de conservación
El muelle interior del capuchón deja marcas en la boquilla en los modelos lacados, por lo que es conveniente guardarla sin apretar completamente el capuchón.
Por otro lado, el anillo se rompe fácilmente y no suelen estar a la venta, por lo que es necesario repararlo.
Coleccionismo
Las ventas de esta estilográfica fueron altas, pero solo se comercializó durante cuatro años, lo que hace que no haya muchas a la venta en el mercado de segunda mano. Esto no debe ser motivo para no incluirla en una buena colección, ya que junto con su predecesora en diseño, la Parker T1, y otros marcas que integraron el plumín en la boquilla, como hizo Pilot con su modelo MYU 701, es representativa de cómo se intentó innovar en el diseño de las estilográficas. Todo esto sin olvidar su belleza.